Opinión: Calderilla para Educación
26 de abril de 2010
Esta entrada se me ocurrió a través del comentario de Sandra en la entrada de María Montessori que hablaba sobre lo costoso de surtir a la escuela de su material.
Estamos cansado de escuchar que el sistema educativo hace aguas por muchas partes, que el fracaso escolar está a la orden del día, que el sistema no funciona, etc. Las administraciones educativas dicen que es necesario mejorar el sistema, pero para mejorarlo se requiere mucha inversión económica.
Estamos cansado de escuchar que el sistema educativo hace aguas por muchas partes, que el fracaso escolar está a la orden del día, que el sistema no funciona, etc. Las administraciones educativas dicen que es necesario mejorar el sistema, pero para mejorarlo se requiere mucha inversión económica.
No podemos mejorar el sistema educativo cuando hay colegios con clases masificadas por falta de profesorado porque no hay dinero para contratar a más sustitutos. No nos engañemos, se ahorrará dinero, pero lo cierto es que los alumnos no reciben la misma atención que recibirían si la ratio profesor-alumno fuera la que recoge la ley. Muchos profesores y padres saben de lo que estoy hablando y, por más que lo impongan desde el gobierno, esta realidad se puede cambiar. Si se acepta este hecho como algo natural, las cosas seguirán siendo así, pero si se planta cara (especialmente los padres y madres) y dicen: ¡hasta aquí!, las cosas pueden empezar a cambiar.
Asimismo, muchos centros necesitan la renovación de su mobiliario y sus instalaciones, no se puede pretender que los niños y niñas sientan interés por aprender en un entorno poco halagüeño. Es frecuente toparte con muchos entornos educativos que carecen de estímulos positivos y, en su lugar, incorporan elementos que hacen que los discentes se distancien del proceso de enseñanza-aprendizaje. También pasa lo mismo respecto a los materiales. Hay centros con una dotación de materiales increíble, pero otros carecen de los más esenciales. Los niños y niñas no pueden estar alejados durante toda su escolaridad de la riqueza de materiales que requieren, porque los materiales son un elemento importantísimo en todas las etapas de la enseñanza. Me hace gracia ver la iniciativa de “un ordenador para cada alumno”, porque tampoco es necesario llegar a ese extremo, especialmente cuando hay escuelas que no tienen mesas, sillas ni pizarras decentes en todas sus aulas.
Quizás desde el Gobierno no se hayan enterado de la importancia que tiene la inversión en educación, pero es que los niños y niñas de hoy son los hombres y mujeres del mañana. Si queremos mejorar nuestro país, si queremos conseguir personas plenamente desarrolladas, si nuestra intención es hacer de nuestros niños y jóvenes seres “capaces”, no se pueden dar tijeretazos a la inversión económica en educación. Ahora, cuando la crisis sigue dando duros golpes, las administraciones dicen necesitar recortar, aún más, los presupuestos.
Desde aquí quiero decir que no entiendo el motivo por el que se hacen grandes recortes presupuestarios en ámbitos tan importantes como la educación o la sanidad. Mientras tanto, esperaremos pacientemente hasta que alguien se dé cuenta de que a los niños y niñas del presente no les sirve con la inversión actual. Así que, hasta que las cosas no cambien, seguiremos recibiendo calderilla para Educación.
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