Citas Célebres: Johann W. Goethe

Johann Wolfgang Goethe:

"Podrían engendrarse hijos educados si lo estuvieran sus padres"

Johann W. Goethe nació el 28 de agosto de 1749 en Hesse (Alemania) y fue un importantísimo poeta, dramaturgo y científico alemán. Cultivó muchas ramas a lo largo de toda su vida, convirtiéndose, según muchos expertos, en uno de los principales personajes del romanticismo y en el alemán de mayor esplendor en el campo de las letras. Falleció el 22 de marzo de 1832 en Turingia (Alemania).

Aunque Goethe tiene una profusa obra que abarca muchos campos del saber, en esta ocasión he seleccionado la cita que nos ocupa por su estrecha relación con la temática de Vocales de Colores. Además, las dos primeras aportaciones que hicieron nuestros colaboradores a través de Voces de Colores giraban alrededor de la Escuela de Padres y los problemas que están teniendo lugar entre familia-escuela-familia (nótese la bidireccionalidad que remarcamos).

La cita nos sitúa en un plano controvertido, es decir, educación y familia. A lo largo de la historia la relación entre familia-escuela ha ido evolucionando sin parar, llegando a un punto insostenible. La relación de rivalidad y oposición que se está viviendo entre los dos agentes educativos más importantes es, como decíamos, insostenible. No podemos hacer de la escuela un campo de batalla en el que se desencadenen luchas sin sentido (ya sea escuela-familia o familia-escuela). Tenemos que asumir que se ha pasado de una sociedad que respetaba a los docentes y que veían en ellos la figura que ayudaba a los niños y niñas en su proceso educativo a una sociedad que ve en los profesores los enemigos de los niños (en algunos casos con acierto) y se tiende a no respetar la labor del docente.

Desde hace algunos años, muchas personas se han desligado del sistema educativo prematuramente o llegando hasta el final de la enseñanza obligatoria sin aprovechamiento. Este desapego al sistema educativo sumado a la pérdida de importancia que ha sufrido la educación y la formación de una persona, ha traído consecuencias poco alentadoras. Cuando esas personas alejadas por completo del mundo de la educación se deciden a ser padres, no tienen la formación necesaria para afrontar el desarrollo de su hijo y entender que el papel del docente es de vital importancia en toda la vida académica y personal del menor.

Sabemos que la educación no es, exclusivamente, tarea de la escuela. La familia es uno de los agentes educativos más importantes y, por consiguiente, no servirá de nada que familia y escuela naden en direcciones opuestas o, mejor aún, de nada sirve que en la escuela se nade sin parar y en la familia se dejen llevar por las corrientes.

Si somos capaces de formar personas críticas con el mundo que nos rodea, personas con valores universales y personas capaces de afrontar la vida de acuerdo con las normas establecidas, estaremos formando personas que podrán afrontar su paternidad con la responsabilidad que conlleva. Por tanto, la urgencia para conformar Escuelas de Padres solo es equiparable a la necesidad que tiene la sociedad de un nuevo cambio en la relación familia-escuela. En definitiva, a través de la Escuela de Padres, podemos formar a padres y madres que sabrán cómo actuar con sus hijos de la manera más correcta y beneficiosa.