Opinión: Escuela de padres

23 de junio de 2011

Después de que hayan pasado varios días desde la reapertura de este interesante blog me gustaría publicar mi primera entrada como colaborador, donde quisiera opinar acerca de la “Orientación Familiar”, concretamente de la “Escuela de Padres”.

Antes que nada quisiera apuntar que al contrario que el creador de este blog, mi campo no es la docencia, por lo que mi único objetivo es transmitir mi humilde opinión sobre un tema, que desde mi punto de vista, resulta crucial para que la educación de nuestros sucesores dé un giro de 180 grados.



Es cierto, que los que fueron padres hace dos o tres décadas no disponían de la formación e información de la que actualmente pueden disponer los padres, pero también es cierto, que a pesar de que cada padre o madre educaba a sus hijos en base a sus propios criterios, es decir, de acuerdo a las experiencias que ellos mismos habían vivido desde su infancia, estos finalmente eran educados de una forma específica y con unos métodos poco ortodoxos, pero al final esos hijos crecían desde el principio del RESPETO, es decir, eran jóvenes que consideraban que cualquier persona o cosa tenía un VALOR por sí mismo.

Es sabido por todos nosotros que, en estos últimos veinte años, la evolución tecnológica ha sido imparable lo que ha repercutido enormemente en las relaciones sociales de los individuos. Hemos pasado de un ocio entre humanos a un ocio entre humano y máquina, por lo que esos conocimientos que se transmitían entre distintas generaciones durante las relaciones sociales han pasado a un segundo plano. Esta podría ser una causa, entre múltiples, que ha motivado que los hijo del hoy no sean educados. De todas formas, el objetivo de mi entrada no es buscar las causas que han motivado este fenómeno de no-educación de los hijos en los últimos años, sino plasmar, desde mi punto de vista, una corriente que permitiría en gran medida mejorar la situación actual.

Siempre comienzo con la misma pregunta ¿Por qué es necesario que una persona cuente con una formación específica y además acredite estar en posesión de un título oficial específico para construir un puente? ¿Cuál sería la respuesta? Pues porque se trata de una actividad donde se exige una gran responsabilidad, formación y experiencia, ya que por ese puente transitará en un futuro mucha gente. Y entonces, yo me hago la siguiente pregunta ¿Existe algún acto que implique mayor responsabilidad que traer un hijo en este mundo? Mi respuesta es NO.

Por ello, creo firmemente que para que nuestra sociedad evolucione desde sus cimientos, es decir, desde nuestros jóvenes, es necesario educarlos, y los responsables de ello son, en primer término, los PADRES.

Se podría pensar que formar a unos padres para que éstos a su vez formen a su hijos, sea una intromisión de las instituciones públicos en las relaciones más íntimas entre los padres y sus hijos, o incluso podría verse como una imposición con dudosos intereses en busca de un prototipo de ser humano. Pero es evidente que el objetivo no es ese, ya que cuando hablamos de educación de padres, hablamos de EDUCACIÓN RESPONSABLE, donde se podrían dar a conocer estilos y pautas educativas, técnicas de comunicación, conocimiento del desarrollo evolutivo y psicológico del ser humano, técnicas de ayuda a los hijos en los estudios o la actitud que los padres deben adoptar hacia la escuela, por poner algunos ejemplos.

Indagando por la red he podido encontrar material interesante acerca de este tema. Aquí les dejo un enlace del Ministerio de Educación del Gobierno de España donde se dan algunas orientaciones a los padres con hijos en edad escolar.


Este tipo de información me parece imprescindible para que los padres pueden desempeñar su labor como tales, pero mi discurso va aún más allá.

Refiriéndome al ejemplo anterior del puente, creo que es hora de que por parte de las Administraciones Públicas se imponga una serie requisitos de conocimientos, obligaciones, etc. a toda persona que haya decidido dar el paso de traer un hijo al mundo o incluso adoptarlo, para que desde ese instante, estas personas se integren en un “Programa de Formación” que se inicie antes de su nacimiento o acogida permitiendo así poner en el mundo actual padres capaces de afrontar la gran responsabilidad que supone educar a un hijo.

1 comentarios:

Adrián D.R. dijo...

Al igual que hice con Naranja.Vega, quiero aprovechar la ocasión para darte las gracias por formar parte de los colaboradores que componen Voces de Colores y por esta primera aportación al blog.

La Escuela de Padres es, sin duda, una tarea pendiente en el mundo de la educación. Aunque existen experiencias que se catalogan bajo ese nombre, en mi opinión la mayoría de ellas aún están lejos de lo que para mí es una auténtica Escuela de Padres. Mi aportación es muy larga para dejarla en un comentario, así que seguiré profundizando este tema que Naranja.Vega y tú ya han iniciado.

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