Inicio del curso escolar 2010/2011

El mes de septiembre está a la vuelta de la esquina. Con él llegan los famosos (y, sin lugar a duda, aún más odiados) exámenes extraordinarios, es decir, la última oportunidad para aprobar las asignaturas que durante el curso no se pudieron aprobar o que, directamente, las dejamos aparcadas al darlas por imposibles. No hay mejor forma de pasar el verano que estudiar ansiosamente para afrontar el reto académico que nos suele traer septiembre. Como en todos los exámenes, en esta convocatoria tenemos dos opciones: aprobar o suspender. En cualquier caso, después de los exámenes comienza un nuevo curso, en este caso, el curso 2010/2011. En la Educación Superior lo más relevante es la llegada de Bolonia (ya lo habíacomentado en otra entrada), esperemos a ver de qué manera transcurre el curso.
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Centrándonos en niveles inferiores de enseñanza, concretamente en Educación Infantil y Educación Primaria, quiero aprovechar para decir algunas cosas. No quiero hacer una lista interminable, extensa ni casi infinita, tan solo es son unas ideas generales. Se trata, en realidad, de una lista de “deseos” que, siguiendo una canción de La Oreja de Van Gogh, podríamos decir que son “Deseos de cosas imposibles”. He aquí mis esperanzas:

Que durante el curso que empieza en breve, no falten profesores en las aulas de los centros públicos para que todos los alumnos tengan cubiertas todas sus necesidades. Este es uno de los problemas más comunes en las aulas, ya que no se cubren correctamente el número de profesores que realmente se necesitan e, inexcusablemente, esto hace que los profesores tengan que hacer sustituciones en unos grupos y otros y que algunos alumnos no tengan un profesor estable durante algunas semanas.
Que los profesores se involucren más que en años anteriores y que participen activamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Muchos docentes se sienten cómodos en un trabajo donde no se controla con la calidad y cantidad que se debiera controlar. Por el bien de los discentes, esperemos que en el próximo curso los profesores trabajen con ganas, con energía y con arrestos.
Que los padres y madres de los alumnos se comprometa con la enseñanza púbica y con los colegios donde están matriculados sus hijos e hijas. Que entiendan que su participación es muy importante y que, en gran medida, el éxito de sus hijos depende de ellos y del entorno que les ofrecen.
Que las administraciones educativas y todas aquellas a las que le competa, se comprometan en mejorar la educación durante este curso y que ofrezcan Proyectos de Mejora. De esta manera, los alumnos y alumnas podrán disfrutar de una enseñanza de más calidad.